El nacional australiano de motociclismo de velocidad, abría sus puertas en Phillip Island, con novedades y espectáculo. Para empezar, una de las principales novedades esta temporada es el regreso del circuito de Sídney. El Sydney Motorsports Park no era escenario del campeonato desde 2019, pero lo hará de manera destacable. Por primera vez en la historia del ASBK, habrá una ronda nocturna, bajo los focos del circuito de Nueva Gales del sur.
Otra noticia a destacar, es la retirada de Wayne Maxwell, que tras su subcampeonato la temporada pasada dijo adiós a la competición. El tres veces campeón del certamen ya avisó de una retirada a finales de 2021, pero la consecución de su último título le hizo cambiar de ideas. La temporada pasada cosechó muy buenos resultados, pero no fue suficiente para animarle a seguir en activo. Su hueco ahora lo ocupa Josh Waters, que lo está haciendo perfectamente hasta el momento, y es uno de los favoritos al campeonato. Por otra parte, este año debemos estar atentos a Mike Jones, que intentará defender la corona después de un rendimiento sólido el pasado curso. Por último, contamos con Troy Herfoss, que tras su grave lesión en 2021 durante la prueba de Hidden Valley, parece estar ya recuperado después de su mejora progresiva.
La primera carrera del fin de semana estuvo marcada por la bandera roja que interrumpió la sesión, debido a la lluvia. Waters por su parte, salió perfectamente en ambas partes de la manga. Por detrás, Herfoss y Allerton fueron los que completaron el podio. El actual campeón, Jones, se quedó a menos de una décima del tercer puesto.
La segunda manga de esta ronda, también tuvo una bandera roja, pero esta vez debido a la invasión de unos gansos cenizos, como en el mundial de Supersport. También aquí, el piloto del Boost Mobile tuvo dos salidas impecables. Quien vivió todo lo contrario, fue Max Stauffer, que se fue al suelo en la primera vuelta, al igual que lo hizo el día anterior, sumando dos abandonos para empezar el 2023. Las Yamaha de Halliday y Jones fueron las que acompañaron en esta ocasión a Josh en el podium.
Ya en la última sesión, el piloto del McMartin Racing volvió a salir perfectamente, y en una carrera sin demasiadas ocurrencias, acabó triunfando para completar un triplete, y así soñar con su cuarto título. Halliday y Jones fueron de nuevo los que terminaron en segundo y tercer lugar respectivamente, mientras que Troy Herfoss finalizaba quinto, en un fin de semana donde su rendimiento fue decayendo. Arthur Sissis sorprendió por momentos durante las distintas carreras, con apariciones momentáneas en los puestos delanteros, pero muy a su pesar, lo máximo que pudo lograr fue un quinto puesto.
Tras todo lo ocurrido, un renacido Josh Waters se marcha con la máxima puntuación posible. Sin duda, algo no del todo esperado. La buena noticia, es que Phillip Island es un circuito peculiar, y en el resto del calendario tendremos mejor perspectiva para valorar el rendimiento de pilotos como Herfoss o Jones, que ni mucho menos han dado su última palabra.
