Finalizó el test en Jerez con buenas sensaciones, pues después de caerse en dos ocasiones, Pol Espargaró admitió que esto le sirvió para conocer mejor los límites de la moto. El Circuito de Le Mans es un trazado donde suele realizar buenas actuaciones y donde espera lograr un buen resultado con la Honda. A pesar de esto, no cree que aquí se encuentre el punto de inflexión de la temporada. Reconoce que todo en la categoría reina conlleva un progreso. »Creo que es un proceso de no solo un día. De no solo una caída, sino un poco de ir probando distintos compuestos. Distintos circuitos, en distintas condiciones, frío, calor. Vas haciendo como una gráfica y te da los puntos donde puedes apretar y eso es lo que me está ayudando. La caída es un poquito más de aprendizaje y de saber donde están los límites» explica.
»Aquí es un circuito donde yo siempre he ido rápido. En 125cc he ganado, en Moto2 he ganado y en MotoGP, cuarto con la Yamaha, y con la KTM cuando no funcionaba aquí, también estuve cerca de los primeros. El año pasado, incluso en mojado, estuve en el podio, así que es un circuito donde las cosas me van bien, donde disfruto pilotando», comentó el #44.
Pol Espargaró tiene claro que en MotoGP todo está estructurado y organizado, por lo que hay que hacer el trabajo de la mejor forma posible y no confiarse cuando las cosas salgan bien un fin de semana, porque detrás de una carrera, llega otra donde volver a adaptarse a trazado, neumáticos y condición meteorológica. Además, se suma la presión, una presión que reconoce, ni el CEO de Honda logra transmitirle. Confiesa que ambos quieren que los resultados lleguen. Y que, por mucho que se desee algo, no quiere decir que eso pueda pasar a la mínima de cambio. Es consciente de lo que todos quieren. Así pues, tanto él mismo como el equipo, intentarán poner toda la carne en el asador este fin de semana.