Marc Márquez ha terminado sexto en la combinada de tiempos de la jornada del viernes. Un sexto puesto que ha sorprendido al propio piloto de Honda y aunque no descarta nada mantiene la calma, pues será el brazo quien marque el ritmo durante todo el fin de semana.
Eran las 10:55 de la mañana cuando ha llegado el momento más esperado para todos los aficionados del motociclismo: Marc Márquez volvía a subirse encima de una motogp casi un año después. «Estaba muy muy nervioso antes de empezar», confesaba el ’93’. Aún así, ha sido capaz de terminar tercero en la primera sesión de los libres y sexto en la FP2. «Cuando he llegado al box la primera vez me he reído, me he sentido más cómodo de entrada» con la motogp que con la moto de calle de Portimao y Montmelo que probó hace un mes, antes de que diese comienzo el Campeonato del Mundo de Motociclismo.
Sin presiones ni objetivos
No solo ese ha sido el motivo de las risas para el de Cervera, también lo ha sido verse tercero en la primera sesión tan cerca de la cabeza. «¡Qué hago aquí! les he dicho a los miembros del equipo». El resto de la parrilla no se han sorprendido con su vuelta, todos han afirmado que ser rápido es parte del pack. «Mis rivales no se han sorprendido, al menos eso han dicho, pero yo si que me he sorprendido de como he empezado, de donde estaba y de las sensaciones que he tenido encima de la moto. Es verdad que es no es ahora la prioridad, pero te hace ver el nivel con el que empiezas nueve meses después», comentaba.
Aparte de eso, Márquez no llega a Portimao 100% físicamente, eso lo dejó claro en la rueda de prensa, y hoy sigue con la misma tónica. «Ahora no tengo agujetas ni fatiga pero soy consciente de que mañana van a aparecer y de que el fin de semana voy a ir a menos, que no es malo, solo que a nivel de fuerza voy a ir peor«. Además, la parte en la que más va a sufrir será en clasificación. «La goma nueva es la que más me cuesta, hoy no he podido cuadrar resultado hasta la cuarta vuelta y aun así he tenido que salvar una derrapada casi caída, pero veremos. No me pongo presión ni resultado, no descarto nada, pero simplemente bienvenido sea lo que venga».
«Técnicamente se puede mejorar, pero dependerá del brazo»
Sobre las derrapadas ha hablado el de Cervera, confirmando que de momento él no las disfruta. «Lógicamente no puedo ir en moto diciendo no arriesgo aquí, no puedo caer, etc. Voy en moto haciendo lo que siento, y puede que llegue la caída mañana o el domingo, no se sabe pero si he notado que a nivel físico me está faltando todavía». No lo nota tanto en las curvas a izquierdas, pues en esas va bien, pero sí en las de derechas «que son la mayoría» y le falta ganar fuerza para cargar el tren delantero que es una de las características de su pilotaje.
Aunque ya es buen estar cerca de los pilotos, lo que toca es «pilotar sintiéndome piloto», algo en lo que va a ir trabajando para llegar de nuevo al máximo nivel. «La inactividad durante todo este tiempo no ha ayudado a que se recupere del todo el hombro», del que se operó hace dos años y que no tiene nada que ver con su lesión de húmero. Tras la operación «el deltoides se quedó más débil, pero lo recuperé. Por eso en Jerez llegué tan bien. Tengo molestias en los estabilizadores del codo, no es lo mismo trabajar en el gimnasio, con pesos más controlados, que hacerlo aquí, con muchos movimientos. Pero veremos mañana», resumía Márquez.