No hay reto que se le resista a Marc Márquez. Después de completar el sábado su peor clasificación desde que está en MotoGP, 20º, el de Honda ha sido capaz de remontar posiciones desde la salida hasta quedarse en la séptima posición final.
Aunque no está igual de contento que en Sachsenrig cuando consiguió la victoria, está empezando a recuperar su mejor versión y eso le hace seguir siendo optimista y seguir sonriendo cuando habla. Marc Márquez está satisfecho con el resultado final y con la reacción de Honda después de los problemas de control de tracción que tenía antes de la clasificación.
«He hecho la carrera ideal, la soñada. La perfección quizá hubiera sido acabar sexto, por delante de Pecco Bagnaia, pero después de salir 20º me he desgastado mucho en las primeras vueltas. Luego, cuando ya estaba octavo he cometido un error adelantando a Aleix [Espargaró], me he ido al verde y ahí he perdido mucho. Pero aparte de eso estoy muy contento», iniciaba diciendo el mayor de los Márquez.
«Es la primera vez que podemos hacer una carrera de curvas a derecha»
Para arreglar esos problemas que pedía, tuvo que ser firme, y Honda fue capaz de solucionarlo de la noche a la mañana, lo que le ha dado una confianza importante para seguir empujando, aunque está claro que después de la caída del viernes estaba «magullado», las sensaciones han mejorado y eso se ha notado a la hora de pilotar, lo que le ha permitido estar a un buen nivel durante toda la carrera.
«He aguantado toda la carrera en un ritmo constante, no al cien por cien pero sí con un ritmo muy bueno. Es la primera vez que he podido hacer un circuito con con curvas a derechas. Así que estoy muy contento y ha sido importante este resultado. Es un séptimo, pero salíamos el 20 y eso no lo podemos olvidar».
Sus sensaciones principales le llevaban a poder estar dentro del podio ocupando la tercera posición, no la segunda ni ganando, pero si cerrando el cajón y eso se lo ha hecho saber al staff japonés. Durante la carrera ha ido viendo a los pilotos que tenía por delante y eso supone una motivación extra para los ingenieros, según ha declarado Marc Márquez tras la disputa del Motul TT de Assen.
Más y mejor en la segunda mitad de la temporada
El de Cervera fue claro con su equipo antes de empezar el Gran Premio: «a lo mejor acabamos la carrera en la primera vuelta». Pero la cosa ha cambiado cuando ha visto a los hermanos Espargaró, y se ha tranquilizado para no terminar en caída como le sucedió en Barcelona. Después ha añadido que ha cometido un error en la curva 9 y ha tratado de aguantar psicológicamente «para no tirar la toalla» y por eso ha seguido tirando en las últimas vueltas por detrás de Pecco Bagnaia para acumular kilómetros encima de la moto.
Ahora llegan cinco semanas de parón, y Marc Márquez espera ver un porcentaje cercano al cien por cien de su mejor ‘yo’. El miércoles antes de comenzar el Gran Premio habló con Alberto Puig y le comentó que «sin hacer nada del otro mundo no sabía si iba a poder pilotar este fin de semana», y por suerte ha podido ir mejorando a lo largo del fin de semana para estar a un nivel superior con el paso de los días.
«Tenía mucha irritación y llegué aquí el jueves, me trató el fisio y el viernes estaba muy flojo. Durante el fin de semana, al darle más caña al hombro me he sentido mejor. Es raro, no sé muy bien la razón, no por qué camino tirar, pero sé que ahora toca descansar semana y media, desconectar y no hacer nada. Despreocuparme de todo y luego volver a entrenar». Entrenar a su estilo y coger la moto para llegar a ser más estable y no tener picos de una carrera a otra.
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