Marc Márquez ha vuelto a mostrar hoy una versión que se ajusta más a la mejor vista por el ‘93’ en los últimos años. Desde el jueves venía avisando de que en Sachenring las limitaciones físicas le iban a dar un respiro, y se ha podido comprobar que así ha sido, porque ha ganado, y lo ha hecho pilotando al límite pero pensando en el vuelta a vuelta y no en el exterior, ni en el final.
Marc Márquez ha sabido recomponerse del golpe en un circuito en el que sigue siendo el rey, pues con la de hoy ya son once victorias consecutivas, ocho de ellas en la categoría reina. Ayer comentó en rueda de prensa que igual que había acabado las rachas de poles, acabaría también la de victorias. Lo que no esperaba era que este año ese momento no llegaría.
“No estoy ni contento ni triste, supongo que esta noche será diferente”, empezaba a decir el de Cervera. “Hemos vuelto a ganar y no sé cómo porque el fin de semana no he estado por delante del resto. Pero dije ayer: ‘si se cuadra todo puedo estar en el podio’ no esperaba ganar porque sabía que Miguel [Oliveira] estaba bien”, declaraba el español.
Momento agradecimientos: A Honda por el respeto
Una de las claves de la victoria de hoy han sido las cuatro gotas que empezaban a caer y que, por suerte, se han quedado ahí. Sobre eso, Márquez dice que ha visto el momento de arriesgar, aunque no fuese fácil después de venir de tres ceros seguidos y de una temporada de parón. Difícil gestionar también la parte mental en el último tramo de la carrera y el ver a Oliveira apretando. Para ello ha seguido una estrategia, la de cambiar a su perseguidor por otra persona, y ver que así no le iba a pasar y que podía aguantar la posición hasta el final.
“Cuando he cruzado la línea de meta bueno, lo hemos vuelto a hacer, y eso que nos llevamos. Disfrutamos de esta victoria, pero llega Assen y volvemos a la realidad, a nuestra realidad que no es estar en la victoria. Pero espero que lleguen más momentos como estos de aquí a final de temporada”, palabras del campeón antes de agradecer a todo su equipo, a Honda por haberle respetado y a los médicos porque “bajar y subir se hace todos juntos”. Por eso es momento de agradecer.
Cuando el de Honda estaba en el podio, se podía ver a sus familias, las dos, también muy emocionadas. Y eso se debe a que, aparte de merecerse la victoria, también la necesitaba para despejar a fantasmas del pasado que le decían que no volvería a ser el de antes, y aunque todavía no lo sea, como decía él mismo, empieza a ver cosas diferentes que se le acercan a todo lo vivido antes de la lesión.
La necesidad de una victoria: «Competir es luchar por algo»
“Para mí competir es luchar por algo, luchar por victorias y por podios es lo que quiero en un futuro. No estoy preparado para ello, hoy lo he podido hacer y dije el jueves que en este circuito no notaría tantas limitaciones físicas. He podido pilotar toda la carrera al límite sin gestionar, el brazo reaccionaba. Son cosas que desde fuera se ven de una forma, y desde dentro sabemos lo que sufrimos. Además, es un circuito en el que la Honda se adapta bien, y lo hemos podido aprovechar”, resumía con una media sonrisa en la cara, en la que todavía no le sale la expresión de euforia.
Y volvía a hacer hincapié en todas las personas que han estado sufriendo a su lado, que no han sido pocos y han sabido esperar pacientes a que Marc Márquez diese un paso hacia adelante en su recuperación. Por destacar, aunque hablar de todos, lo hace de Honda. La marca japonesa le ha dado la tranquilidad de pensar que no pasa nada por caerte tres veces seguidas, “salir hoy y volver a intentarlo. Quien me interesa que esté contento con mis trabajo es Honda, mi familia y ahí estamos trabajando juntos para sacarlo hacia adelante”.

Una conversación entre campeones
En esa parte también entra lo personal y el cambio de mentalidad. En este momento “valoras mucho más lo que hacías antes. Se daba por hecho que tenía que ser así, que tenías que hacer podios, victorias. Este tiempo me está enseñando a valorar otras cosas, está claro que quiero volver a ser el Marc de antes”, pero todavía “tenemos que seguir trabajando para ello y espero poder estar luchando con los primeros pronto”. Y este cambio de chip mental también viene de la mano de una llamada a una de las leyendas del motociclismo, Mick Doohan.
“Cuando estás en una situación difícil buscas consolarte, expresarte con alguien que haya pasado por algo similar. Alberto Puig y Emilio Alzamora me han ayudado mucho, pero tuve una conversación de casi 30 minutos con Mick Doohan donde me explicó lo que le ocurrió en la temporada 92/93 y sentía que estaba narrando mi situación. Me dijo que todo era normal, que se necesitaba tiempo, paciencia y que luego todo volvería a su cauce y eso me tranquiliza. Ver como una leyenda como él que pasó por lo mismo y luego volvió a ser el mismo, te tranquiliza”.
No se siente el Marc de antes

Aunque le hubiera gustado llegar de un año de recuperación y poder pelear por poles y victorias, Marc fue realista desde el primer momento. El #93 hace referencia a una especie de metáfora donde se compara a sí mismo y a su moto con un jinete y un caballo. »sabemos donde estamos donde queremos estar y el momento que estamos viviendo. Estamos en un deporte que no solo depende del jinete, sino que también hay un caballo, que en este caso es la moto» explicó Márquez. Confesó que ambas partes no están al cien por cien. Todavía queda mucho por trabajar y tiene claro que en Assen tocará volver a sufrir.
Su estrategia para que este fin de semana salieran adelante tanto jinete como caballo ha sido ponerse presión. Sonará raro, pero para el ocho veces campeón del mundo ha sido más fácil completar un fin de semana donde se reconoció ‘tengo algo que perder’, imponiéndose una presión extra. Esta sería la única forma de obligarse a no cometer errores y sumar una nueva victoria en un circuito donde es ‘el rey’.
Cuando se le pregunta sobre si momentos como los de hoy trascienden más que las victorias o las poles, Márquez recuerda la dura lesión de Rafa Nadal, donde por un momento todo el mundo pensó que el tenista más laureado de España se retiraría. Sin embargo, consiguió volver, y ganar. Estos momentos son los que hacen valorar al deportista. »Un deportista vive para su pasión. La mía son las motos, para Rafa es el tenis y para otros será otra» aclara Marc.
»Cuando vives por esa pasión lo entregas todo. Lo he entregado todo, lo estoy entregando todo. Estoy entregando todo mi tiempo para la causa, para intentar ser el mismo Marc que antes. No lo soy aún, hoy he ganado, sí, pero no lo soy. Por eso estoy muy contento y me da un empujón, pero tengo que seguir trabajando. Me hace valorar mucho más el pasado, las victorias, los buenos momentos. Cuando pasas un momento así, que no lo había pasado en mi carrera deportiva, valoras mucho más el pasado, pero me gusta vivir el presente. El presente es que hoy hemos hecho esto. Y futuro cercano es ver si podemos seguir mejorando para volver. Este año sacar la cabeza y 2022 dar un poco más de guerra a los pilotos de delante».
Necesita el parón de verano, donde se pone dos metas claras
La primera razón por la que Marc Márquez está deseando que pase Assen es poder tomarse dos semanas de vacaciones. ‘De relax’ ha dicho él mismo. Antes de la dura caída en Jerez en 2020, el #93 venía de un proceso de recuperación de una operación en su hombro a principios de año. Por lo que no había podido tener unas vacaciones ‘decentes’. Por esta razón, quiere desconectar, poder pasar tiempo tranquilo, sin estrés y sin pensar en lesiones, carreras o todo lo que pueda pasar por la cabeza de un piloto.
Tras este descanso de dos semanas, solo quiere trabajar. Ya ha indicado que cada día que pasa es un día menos para comenzar a entrenar en Rufea junto a su hermano. Aunque pueda llegar más cansado a la primera carrera de la segunda parte de temporada, el proceso de volver a ver al Marc ‘de antes’ pasa por poder verle haciendo su vida tal y como la vivía antes. Con el motocross, la familia, los amigos y los perros. Pero antes de esto le tocará pasar por el TT Circuit de Assen y ver qué puede conseguir antes de las vacaciones.