El Gran Premio de Macao es una carrera especial, donde reina la exclusividad para poder participar. Si eres piloto, y quieres correr por las calles de esta región asiática, debes hacer méritos suficientes
para recibir una invitación, en, además, un trazado absolutamente enrevesado. Estás rodeado de muros, y tu sensación es la de ir por un túnel a máxima velocidad, con poco tiempo de reacción ante cualquier incidente o situación.
Raül Torras, actual piloto del Toll Racing Team, mostró interés en 2017, acudiendo a la presentación que realizaron durante el Tourist Trophy de la Isla de Man. A pesar de esto no recibió ninguna notificación. En 2018 volvió a la presentación, que en este caso se realizó en la North West 200. Allí les expresó su deseo de participar. Gracias a un décimo octavo puesto en el Senior TT, y un décimo cuarto en el Ulster GP, entre otras cosas, la organización decidió entregarle el pase. Aquí empieza la aventura en el continente oriental.
El estreno de Torras estuvo lleno de ilusión, y de complicaciones. Antes de comenzar, hubo ciertos problemas dentro del equipo. El hermano de Raül, mecánico de su equipo en ese momento, tuvo cierta animadversión con el dueño de la estructura. La situación se fue complicando hasta que ninguno de los dos podía llegar a un acuerdo.
Esto puso en una encrucijada a Raül, obligado a tomar una decisión a contrarreloj. Él se decantó por intentar llevar su propia montura para poder ir con su hermano. Finalmente, no logró dar con la solución, y su consanguíneo se resignó a quedarse en casa.
El español participó en el gran premio con la R1 que le proporcionaba su equipo. Pero la historia no acaba aquí. Lamentablemente, sufrió una caída muy fuerte. Raül tocó el muro en el interior de la Mandarin Oriental Bend, la curva más rápida del circuito, siendo desplazado hacia el exterior, e inevitablemente impactando contra el otro extremo a alta velocidad. Esto le provocó una lesión, pero que, por suerte, como él mismo dice le tocó la lotería. En un circuito como este, cualquier accidente puede tener consecuencias muy graves.
Como se suele decir, el tiempo todo lo cura, o al menos pone todo en su lugar. O como enunció Cervantes: «confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a amargas dificultades». Y así fue para nuestro mayor representante en las Road Races. Volvió en 2019, con una estructura propia. Se enfrentó a ese lugar donde volvió a nacer, se quitó los fantasmas de su cabeza, y salió reforzado.
En la vida de un piloto, existen distintas etapas. Éstas, están marcadas por lo bueno, y por lo malo, y lo que define a una persona, es la resiliencia. Cuando eres capaz de dar lo máximo de ti hasta en el peor momento, demuestras tu capacidad. Raül nos ha enseñado, que lo importante es seguir, soñar, y hacer. Este año ha logrado sus primeros podios. Pero sobre todo, ha conseguido seis réplicas de las seis posibles que podía lograr en el TT de la Isla de Man. Algo que solo han logrado este año, Hickman y Hodson.
La ciudad de los casinos y la pluralidad cultural, nos espera para un nuevo reto, y un nuevo fin de semana de motociclismo. Solo el tiempo dirá qué nos depara.