Motociclismo WorldSBK

Bautista, Montmeló y el poder de la información

Análisis de un fin de semana en el circuito de Montmeló, donde Bautista volvió a ser protagonista demostrando una gran superioridad.

Este fin de semana ha sido especial, porque he podido ver de cerca cómo trabajan los pilotos y equipos de un campeonato mundial de motociclismo. Se vive de una forma muy diferente cuando tienes contacto directo con los protagonistas, cuando puedes preguntarles directamente tus dudas, de forma que vas encajando las piezas del rompecabezas que ha sido esta novena ronda de la temporada.

Antes de llegar a este circuito, os habría dicho que Álvaro Bautista era el gran favorito, pero en ningún caso me habría imaginado que haría un triplete, y menos que ganaría con esta ventaja. De verdad pensaba que Toprak Razgatlioglu y Jonathan Rea estarían más cerca, y serían capaces de pelearle la victoria.

Aviso de superioridad desde el viernes

Pero el mismo viernes empecé a darme cuenta que quizás no iba a ser así. La realidad es que con las condiciones de pista que tuvimos, hubo muy poca información valiosa para los pilotos, de modo que muchos tuvieron que arriesgar en la Carrera 1, y muy pocos ganaron.

En los primeros libres, Bautista y Rea fueron los que marcaron el mejor ritmo, pese a la gran vuelta rápida de Lecuona. Un paso por detrás estaban Rea, Michael Rinaldi, e incluso Álex Lowes. No sabía exactamente si eso iba a ser así durante todo el finde, pero escuchando a los pilotos tenía claro que la gestión de la goma trasera iba a ser más importante que nunca. Por otro lado, suele ser siempre así en Montmeló.

El sábado por la mañana, con la pista húmeda y con solo media docena de pilotos en pista, pocas conclusiones pudimos sacar. Fue una Superpole extraña, en la que Iker Lecuona consiguió destacar de nuevo y conseguir su primera pole en WorldSBK y en su carrera deportiva. Fue un momento muy emocionante, aunque, como él mismo había dicho el día anterior, ese no era su ritmo real, y en carrera iba a sufrir.

Más información de cara al domingo

La carrera llegó, pienso, con una falta de información muy importante para muchos pilotos. Dejando a Bautista de lado, que estuvo en otro planeta durante todo el finde, hubo pilotos que se arriesgaron a apretar en las primeras vueltas, pero eso les pasó factura al final, ya que exprimieron demasiado las gomas al inicio y al final parecía que pilotaran en mojado. Los que plantearon la carrera al revés, en cambio, obtuvieron su premio al final. 

Llegados a este punto, los pilotos tenían mucha más información, y como resultado, pudieron preparar mejor las carreras del domingo, con una estrategia para la Superpole Race, y otra diferente para la Carrera 2. La Superpole race fue interesante porque vimos unas Kawasaki mucho más agresivas, algo que podíamos esperar después de las palabras de Rea el sábado, con un claro objetivo, intentar discutirle la victoria a Bautista. Pero ni en esas. Bautista estaba intratable.

La reacción de los pilotos al final del día

Con un nuevo orden en parrilla se preveía una Carrera 2 diferente y con más opciones. Y, de nuevo, exceptuando a Bautista, así fue. La lucha por la segunda posición fue muy entretenida, viendo cómo los pilotos habían aprendido del sábado y aplicaban esa información el domingo. El día acabó con un doblete para Ducati y un podio para el vigente campeón, mientras que el rey de la categoría se tenía que conformar con la medalla de chocolate tras un error no forzado.

Pero si hay algo que destaco por encima de todo este fin de semana es la oportunidad de escuchar el tono de los pilotos al final de cada día. Más allá de las palabras, más allá del mensaje, me sorprendió cómo hablaban.

Cada uno con su guerra personal, sus objetivos. Bautista en una nube y haciendo esfuerzos por mantener los pies en el suelo. Razgatlioglu y Rea, entre abatidos y resignados viendo el rendimiento de su máximo rival, a la vez que intentaban autoconvencerse de que todavía hay alguna posibilidad y prometían que seguirán haciendo lo que esté en sus manos. Rinaldi reuniendo todos los datos posibles y enfocado claramente en 2023, cuando pretende el asalto al título. Lecuona y Xavi Vierge mandando dos mensajes muy claros: el primero, que la fábrica tiene que espabilar con la moto; el segundo, que tienen que “buscar su propia manera” de llegar a los de delante. Garlett Gerloff, entre feliz y aliviado por el podio.

Cada uno a su manera, pero todos con el mismo objetivo, ser más rápidos que el de al lado. Y por mi parte, también con un objetivo claro: ojalá poder escucharles así de bien cada fin de semana.

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