Motociclismo WorldSBK

Álvaro Bautista suma el último paso al bicampeonato

El piloto de Ducati, Álvaro Bautista, sumó un pleno durante la ronda de Portugal, que lo pone muy cerca de su segundo título.

Tras un fin de semana en Aragón, dónde el talaverano sacó provecho a pesar de una importante caída durante la primera carrera, en Algarve pudo sacar pecho. Esto no sucedió en la clasificación, ya que Jonathan Rea completó su tercera pole de la temporada.

En primera fila lo siguieron Alex Lowes y Andrea Locatelli, mientras que para encontrar a Toprak Razgatlioglu y Álvaro Bautista, debíamos fijarnos en la segunda línea. Completándola se encontraba Iker Lecuona.

Sin embargo, Locatelli dijo adiós a toda posibilidad, ya que debía salir desde la última plaza por hacer caso omiso a la bandera negra con circulo naranja en Motorland. Aprovechando esta situación apareció Toprak, que ya en la primera curva cogió el liderazgo.

Alex Lowes pudo seguir al turco, pero Jony se quedó atrás después de casi chocar con Bautista. El de Lincoln pudo coger la delantera, mientras que el norirlandés se reenganchó a un grupo que completaban Michael Van der Mark y Bati.

Toprak se aventuró en la uno, y pasó a los dos pilotos de Kawasaki de golpe, pero los tres fueron largos. Es por ello, que Bautista fue el más listo de la clase, y rebasó a los tres de una tacada. Esto marcó el devenir de la carrera, ya que el español se escapó para terminar triunfando. Le siguieron Toprak, y Rea. Por otro lado, un cumplidor Garrett Gerloff cruzaba meta cuarto.

La Superpole Race nos dejó un aperitivo de lo que iba a ser la carrera principal del domingo. Un auténtico espectáculo para los aficionados. Toprak no perdonó, y se colocó de nuevo en la cabeza, seguido de su compañero de equipo y de Álvaro. La sorpresa llegó con una caída doble, de las Kawasaki. Ambos se fueron solos al suelo, al mismo tiempo, diciendo adiós a las primeras de cambio.

Fue entonces, cuando el español pasó a Locatelli, que alcanzaría al 54, para comenzar un imponente duelo. Pero la acción final se vería al término de la última curva, en el último giro, con el campeón del mundo pasando al de Yamaha en plena aceleración tras preparárselo de forma impecable.

Para cerrar la jornada dominical, seríamos testigos de una de las mejores carreras de la historia, sino la que más. Un cierre anunciado, a la altura de dos pilotos que solo demuestran en cada momento su desbordante calidad.

Por un lado, un Toprak Razgatlioglu que buscaba pulir sus pinzas de freno a la máxima presión, temperatura y fuerza posible, como si de una forja se tratara, en una entrada a curva bruta y tosca. Por otro, un Álvaro Bautista fino, delicado y sutil, usando el gas con un temple innato, y aguantando sobre una bestia que lo supera por más de 100 kilos, en bajadas interminables.

El inicio de la carrera traería una sorpresa, y es que Jonathan Rea no pudo evitar a Xavi Vierge y Scott Redding en la frenada de la curva tres. Acabó impactando con ellos, y se despidieron de sus opciones. Mientras tanto, el turco y español se marcharon a su propio envite.

Comenzaron poco a poco, sin demasiados encontronazos. Bautista sopesaba la posibilidad de adelantarlo en plena recta, mientras que Toprak apuraba frenada a frenada evitando cualquier posible intento de su rival.

Sería a falta de 16 giros, cuando por primera vez el español se colocaba al comando. Pero duró poco, cuando llegaron a la primera curva. Una vuelta más tarde, la jugada se repitió pero esta vez pudo mantenerse primero. Sin embargo, Razgatlioglu no quería regalarlo, y de nuevo adelantó, pero en esta ocasión en Torre Vip.

Otra vez, al siguiente paso por meta, se repetía. Pero esta vez parecía ser definitivo. Un breve lapsus que terminaba dejando un «déjà vu» de la carrera sabatina. Pero tras unas pocas vueltas, el discípulo de Kenan Sofuoglu deshizo las ilusiones de Ducati. Sería entonces cuando comenzaba un bucle intenso, que jamás queríamos que acabase.

Se repartirían adelantamientos en diversos puntos. Compartirían un enfrentamiento apoteósico, que vio su final con la bandera a cuadros, como un árbitro que finaliza un combate pugilístico. Álvaro Bautista optaría esta vez por adelantar en la parte exterior, algo tan arriesgado como eficiente, teniendo en cuenta la carencia en ese punto de la Yamaha. Lograría así cerrar el fin de semana con un triplete, que psicológicamente le hace creerse bicampeón del mundo.

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